El dolor de cabeza del Drywall y el Icopor: ¿Por qué son tan complicados de gestionar en obra?

¿Por qué los gestores de residuos cobran diferente por el Drywall y el Icopor? Te explicamos los retos técnicos y logísticos de estos materiales y cómo manejarlos para evitar sobrecostos.

12/10/20252 min read

En cualquier obra de construcción o remodelación, hay un momento crítico: el final de la fase de acabados. Mientras que el ladrillo y el concreto son pesados y fáciles de entender, aparecen dos "villanos" que suelen complicar la logística de limpieza: el Drywall (Cartón Yeso) y el Icopor (Poliestireno Expandido).

A menudo, nuestros clientes nos preguntan: "¿Por qué no puedo mezclar esto con el escombro normal?" o "¿Por qué es más costoso o difícil recoger estos materiales?".

La respuesta no es capricho, es técnica y logística. Aquí te explicamos por qué estos materiales son un desafío especial.

Drywall: El enemigo químico del concreto

El Drywall parece inofensivo, pero su composición química (sulfato de calcio hidratado) es problemática si se mezcla con escombros tradicionales.

  • El problema de la contaminación: Si el yeso del Drywall se mezcla con escombros que van a ser reciclados para hacer nuevas bases de carreteras, los sulfatos atacan químicamente al cemento y al concreto, provocando grietas y expansión. Por eso, jamás debe mezclarse con residuos pétreos.

  • La sensibilidad al agua: A diferencia de un ladrillo, el Drywall se deshace con la lluvia, convirtiéndose en una pasta difícil de manipular y transportar, lo que complica su aprovechamiento.

Icopor: El reto de transportar "aire"

El Icopor es fantástico como aislante y aligerante, pero es una pesadilla logística al momento de desecharlo.

  • Volumen vs. Peso: El Icopor es 95% aire. Cuando contratas una volqueta o un contenedor, estás pagando por el espacio que ocupas. Una carga de Icopor llena el camión rapidísimo, pero casi no pesa. Esto hace que el transporte sea ineficiente y costoso en términos de "costo por kilo".

  • Impacto ambiental visible: Al ser tan liviano, el viento lo dispersa fácilmente. Un mal manejo en obra termina con bolitas de Icopor contaminando alcantarillas y zonas verdes aledañas, lo que puede acarrear multas ambientales.

¿Cómo dejar de sufrir con estos residuos?

La clave para que estos materiales no encarezcan tu presupuesto es la organización en la fuente:

  1. Separación estricta: Nunca los mezcles con ladrillo, bloque o cemento. Mantén una pila o bolsa exclusiva para Drywall y otra para Icopor.

  2. Protección: Evita que el Drywall se moje. Un residuo de Drywall seco es mucho más fácil (y barato) de gestionar que uno convertido en lodo.

  3. Embolsado: El Icopor siempre debe ir en lonas o bolsas cerradas para optimizar espacio y evitar que vuele.

Conclusión Gestionar Drywall e Icopor requiere una logística diferente, pero no imposible. Entender que no son simples "escombros", sino materiales que requieren un tratamiento especial, te ahorrará dolores de cabeza, multas y sobrecostos al final de tu proyecto.

En Ecopunto Limpio contamos con la experiencia para darle la disposición final adecuada a estos materiales "difíciles", asegurando que tu obra cumpla con la normativa ambiental sin complicaciones.